Título: La catedral del mar.
Autor: Ildefonso Falcones.
Por dónde empiezo... ayer estuvo mi familia en casa y debatiendo sobre libros que nos hemos leído terminamos hablando de La catedral del mar. Tal vez sean los genes, pero todos coincidimos en decir que no nos gustó nada este libro.
Y, ojo, tenemos gustos muy dispares. A mi tía le apasiana Kafka, por ejemplo, y a mi me horroriza el 90% de lo que he leído de él. Pero, también he de decir, que conozco a alguien a quien le gustó este libro. Vamos al centro del asunto:
La narración está ambientada en el siglo XIV y se establecen dos tramas paralelas, la construcción de una monumental catedral y la de Arnau, que pasa de siervo a hombre libre. Vemos pasar la vida de Arnau siempre relacionada con la catedral.
Unos dicen que es una novela absorbente, a mi me abrosrbieron solo las 100 primeras páginas y, de pronto, todo empezó a parecerme igual. La lectura se me hizo cada vez más pesada, las descripciones me parecían eternas y en ocasiones irrelevantes. Hay que decir que lo mío no es la novela histórica, pero aun así no sé ni cómo conseguí terminarla.
No dejaba de pensar: ahora en un par de páginas seguro que pasa algo sorprendente... Pero ese momento nunca llegaba. No me enganchó, pero nunca dejo libros a medias así que seguí leyendo hasta terminar. Reconozco que ya en la segunda mitad del libro leía con una desgana absoluta y que puede que sea el motivo de que ya nada me pareciera interesante en la trama.
Empieza apuntando alto, interesante, emocionante... y sin venir a cuento hay un bajón espectacular. En conclusión, dudo mucho que me vuelva a leer La catedral del mar, por lo menos en unos años. Tal vez dentro de un tiempo decida releerla para crearme otra impresión o reafirmarme, pero por ahora no pienso sacar la novela de su estante salvo para limpiarle el polvo.
Utopía Crítica.
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